Raydho-Q


Tal vez algunos de ustedes me conozcan, tal vez otros no; realmente no tiene importancia. Mi nombre de guerra es Mad Crampi y solo soy un chico un poco crecido intentando sobrevivir a la estupidez, la mediocridad y el hastío, como tantos de ustedes.
Hoy es 4 de Noviembre del año 20... y debo apresurarme a relatar los hechos tal como ocurrieron en las últimas semanas antes de que los Agentes del SQ-16 detengan esta transmisión. Puesto que no dispongo del tiempo suficiente para buscar un editor ni el dinero suficiente para imprimir un panfleto, he de utilizar la red para cumplir con la misión encomendada por Raydho-Q.  
Tal vez crean que estoy completamente loco y tal vez sea lo mejor para ustedes; tal vez podrían pensar que todo esto no es más que una ficción o un ejercicio de estilo. Tal vez nadie salga herido, pero lo dudo…
En los informes siguientes he de contarles con la mayor cantidad de detalles que este limitado plano me permita como desperté mis circuitos neuro-atómicos gracias a una droga para viajar en el tiempo preparada por la abuela de mi amigo Oniria, como viaje en el tiempo y contacté con un cerebro extraterrestre llamado Raydho-Q, como me uní al Ejercito de los Hermanos de Eris Ilegitima y como me convertí en un agente del Caos. Pero ahora eso deberá esperar; suena el portero, hay llegado un correo, pero ¿Quién escribe cartas hoy en día? Tengo la certeza de que el cartero es un espía del SQ-16, la Ley al cuadrado, debo ponerme la Máscara y atender.

(Raydho-Q, Introducción)

Historia De Una Pija


Su pija funcionaba como una suerte de radar galáctico. Al menos esas palabras uso para describirme lo que pasaba con su máquina. Decía que cada vez que los extraterrestres intentaban ponerse en contacto la cosa se le llenaba de sangre y se le ponía dura como granito; Esta situación lo estaba volviendo loco, pues a veces esas erecciones podían llegar a durar 15 o 20 horas corridas. El estaba haciendo una importante carrera en el mundo editorial; había publicado dos novelas con amplia aceptación del público intelectual, y sabia que nada habría sido posible sin su pija-satélite aunque ahora ahí estaba, en la guardia del hospital al borde de la necrosis. La información del espacio podría traer los resultados de la corrida de bolsa y hacerlo millonario o dejarlo sin pija para siempre.

Una Noche En Interzona


Cafetería de estación de trenes. Una barra alargada, patética. Sobre la formica reposan unas campanas de plástico con cerebros secos aderezados con variedades. En un extremo un borrachín aferrado a su botella de vino verde. En el otro, yo.
La camarera me recomienda el menú del día y retira de una campana su cerebro más fresco acompañado con algunas algas marchitas, lo pone en un plato plástico descartable y lo deja delante mio junto a un café expreso.
Miro con algo de asco el plato del día y solo espero que el café sea algo más digno. Entonces el Cerebro comienza a hablarme.
"Pueden están observando -me dice- será mejor que coma de mi para no despertar sospechas…" 
(como, es un asco)
"Usted tiene una comprensión de la realidad incorrecta -continúa- es esclavo de sus sentidos…" 
(estoy hablando con un cerebro, pienso) 
"Pero soy mucho más que eso -dice, lee mis pensamientos- Dentro de poco estaré en su estómago y deberé buscar otras formas de comunicarme pero la semilla ya ha sido implantada. Lo hemos entrenado bien. Han llegado a sus manos los textos correctos, las drogas, el rock´n´roll. Nada de lo que piensa esta librado al azar. Ahora solo he de darle instrucciones precisas sobre su misión… Acerque el oído…"
Lo hago. Doy el último bocado.
"Es todo por ahora, fin del mensaje…"
Y se va hacia el fondo con un sorbo de café negro.

FUNDE A NEGRO.

Error 404

Una espístola virtual
A quien corresponda;
Dios es una máquina,
Somos su imagen,
Un jpg en el ciberespacio
Un virus en el sistema,
Dentro del Gran Sistema.
Bio-procesador recalculando.
Amor-odio, sombra-luz, risa-llanto…
Solo códigos binarios.
Códigos binarios.
Error 404.
Re-ini-cian-do…

Canción de Amor Extraterrestre


Obsesiva paranoia de ciencia ficción, esta canción me la cantaban en la Nasa.
Ha
y que ser un astronauta
para un amor extraterrestre;  hay que ser un malcriado para meterse en la cama de una chica con piel de color verde.
Así son los ronroneos del amor intergaláctico, en un agujero de gusano con un alien entre las piernas.
Obsesiva paranoia de ciencia ficción, esta canción me la cantaban en la Nasa.
Ella babea su líquido alienoide cuando me la chupa en gravedad cero. 
Mucho sexo de otro mundo para este astronauta viejo, mucho sexo de otro mundo para este loco gato de los tejados grises de Caño Cañaveral.

Shopping


Locales, bolsas, ofertas, saldos, promociones, carros cargados, gente. Mucha gente.
N se la hace chupar por un viejo lord inglés, mientras la gente se acumula a su alrededor para presenciar el espectáculo. 
Los comentarios son de lo más variados: "¡que inmundicia!", dicen unas señoras agrietadas; "¿como puede mantenerla dura como si nada?" se preguntan entre sí unos jóvenes descabezados; "¿que están haciendo esos señores, mamá? se escucha alguna voz infantil perdida entre la concurrencia.
Los guardias de seguridad aprovechan y pasan la gorra, recaudando unos cuantos billetes como para llevar a sus novias a un bonito paseo. Inclusive alguno levanta apuestas, 5 a 1 a que el viejo se la traga toda.
N efectivamente acaba en la boca del lord. Este saca un pañuelo de su saco y se limpia con delicadeza la comisura de los labios. Saluda como un buen caballero y se retira. N se sacude la máquina, la guarda y se sube la bragueta. El público irrumpe en aplausos. N se retira al patio de comida a buscar una hamburguesa con papas fritas.

FUNDE A NEGRO

Desde Angkor Con Amor

De Angkor me trasladé a Tailandia y de ahí a Bombay, luego fue Nueva Delhi, Katmandú, Hong Kong, Moscú, Estambul y así seguí dando vueltas los tres años siguientes de misión para la Agencia. Una misión cuyo móvil nunca se me revelaría.
Un hombre en el aeropuerto, una cinta en un hotel, un sobre bajo la puerta. Diarios ocultos, informes, gafas negras.
Nada. 
Cada tanto recibía de algún colega alguna información sin demasiada sustancia sobre las actividades y paradero de la Señorita Blee, pero poco a poco puede ir olvidándome de ella.
En Bombay conocí a un joven estudiante de sánscrito y traductor de los Vedas con quien tuve un intenso romance hasta que fue asesinado en un callejón por un grupo de asaltantes. Fui citado a declarar por la policía, pero para ellos él era solo un estudiante de sánscrito y yo un occidental más llegado a la india con delirios místicos a cuesta.
En Estambul me enamoré de una camarera turca y debí huir del país antes de lo previsto, obteniendo así mi primer informe reprobado por parte de los burócratas de la Agencia y una sanción que me dejó varado en la estepa siberiana durante los siguientes cuatro meses, rodeado de cosacos ebrios cuya mayor diversión era jugar a la ruleta rusa con un fusil Kalishnikov.
En algún país de escala que mi mente ha bloqueado desconocían las virtudes de la profilaxis y pesqué una infección de sífilis que solo pudo ser curada por el chamán local después de haber sido sometido a un ateneo médico entre todos los miembros de la tribu.
Jamás mencioné mi pánico a los aviones pero lentamente y casi sin proponérmelo fui cambiando los fármacos por ciertas técnicas yóguicas aprendidas durante mi estadía en un monasterio de Ladakh.
Entonces empecé a sentirme bien. Demasiado bien.
Comencé un intenso período de meditaciones diarias, de celibato y de ayunos controlados. Los informes para la Agencia iban y venían. Las observaciones eran cada vez menores y se me hacía saber la conformidad de mis superiores.
Cada día tenía menos preguntas y solo me sentaba en posición de loto para detener las fluctuaciones mentales y ser uno con el multiverso.
Ahora que la Señorita Blee había sido finalmente deleteada de mi esfera de sensaciones. Ahora que las drogas se habían evaporado de mi sangre. Ahora que sentía correr por mi columna vertebral la energía kundalini. Ahora estaba listo.  Hecho que sabía y que venía a ser confirmado por un mensaje encriptado en los clasificados del New York Times entre ofertas de sexo y ventas de productos exóticos.
Era el momento de conocer a La Gran Máquina.

(Fragmento de la Nouvelle "La Conspiración de Ouranos")


Yo Fui Una Ameba Comunista del Espacio Exterior


Esta canción me la cantaba el Camarada Ivan... Yo fuí una ameba comunista del espacio exterior. Cantaba bajo la ducha pero los rusos me atraparon. Lavaron mi mente y me leyeron a Karl Marx. Yo fui un mutante comunista extraterrestre. Pinte de negro, pinte de rojo. Rojo rojo rojo. Corrí desnudo por la plaza de Moscú, corrí desnudo por el patio del Kremlin. Los rusos me atraparon, me subieron al Sputnik. Si, yo fui una ameba comunista de la carrera espacial. Probaron con mi cuerpo y me obligaron a matar. Yo fui un telépata alienígena. Lavaron mi cabeza y cambiaron mi sexo. Yo fui un travesti comunista del sistema Sirio B.

Esta canción me la cantaba el camarada Ivan... Yo fui, yo fui. Yo fui una ameba comunista del espacio exterior.

Multiverso


En el multiverso nadie escuchará tus gritos.
Asana y pranayama. 
Asana y pranayama,
el túnel espacio-tiempo dilata y contrae,
el vórtice hacia el Caos ha sido generado;
el acelerador de partículas de karma
está encendido esperando ponerse en marcha.
Todo esta dispuesto para la fuga de la cárcel hacia otras dimensiones,
buscando realidades menos hostiles.
En el multiverso, nadie escuchará tus alaridos.

Mujer Atómica


La primera vez que tube sexo con ella hubo un terremoto en Santiago, un Tsunami en Bimini y un alúd en Laponia. Cuando me la chupo un tren descarriló en Londes dejando 27.403 heridos y 987 huerfános; el volcán krakatoa entró en erupción y 729 cristianos se convirtieron al islam.
En nuestro segundo encuentro las tragedias se multiplicaron: un incendio en Berlín, un derrumbe en Moscú, un meteorito en Australia y una fuga de gas en Tokio que hizo volar por los aires un hotel de cinco estrellas.
En nuestro tercer encuentro la Interpol detuvo el coito y ambos fuímos arrestados. El mundo ya tenía suficientes problemas, dijieron, una medida preventiva.
Nunca más supe de ella. Le borraron los recuerdos y le implantaron nueva identidad.
Yo por mi lado aún la sigo buscando. El mundo deberá perdonarme, pero una vez y solo una vez en la vida se hace el amor con una mujer atómica.

Mvaginomachin-e II


Hice contacto en Angkor con m-vaginomachin-e 19. Esperaba recibir instrucciones de mi nueva misión. Nada de drogas, nada sexo y nada exploraciones durante la primera fase. El equipo soviético a cargo del mantenimiento de las instalaciones bajo la selva camboyana me hicieron esperar más de una hora hasta que pude conferenciar en privado con la Gran Máquina y antes de recibir el protocolo, m-vaginomachin-e 19 me permitió formular una pregunta, cuya respuesta, como es sabido, tiene un margen de error suceptible de apenas 0,11111111119.
Mi pregunta: ¿Que es el amor?
RESPUESTA:
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo. 
Un error del sistema. Estamos trabajando para solucionarlo.

Mvaginomachin-e


Hoy descubrí un bio-chip implantado en mi cabeza. Esta conectado a un modelo 625-C de una Mvaginomachin-e, una supercomputadora programada por científicos samoanos con cede en Estambul creada para formar imágenes aleatorias, las cuales, mediante procesos algebraicos formula una cantidad de universos paralelos posibles. Su tiempo de carga aproximada para cada fase es progresivo, dependiendo de diversos factores relativos a cuestiones numerológicas.

Mvaginomachin-e se alimenta de sangre, glucosa, sacarosa, cafeína, nicotina, alcohol, drogas varias, harinas, lácteos, carbón, papel impreso, cinta magnética, vidrio, h2o, grasa vegetal, liquido de frenos, vino de cartón, sexo virtual, sexo carnal y pilas sulfatadas. En estos momentos esta procesando nueva información, por lo que mi bio-chip me está descompensando. Vomito, grito, canto, zapateo. Tengo sexo con animales, tengo sexo con religiosos. Tomo una taza de café y fumo un cigarrillo a pesar de las contraindicaciones. No importa. Me fui. Funde a negro.